Ante tanto ataque de seguridad las empresas están reforzando sus políticas de seguridad, y esto también implica “obligar” a los usuarios a tener contraseñas más fuertes, más seguras, más difíciles de “adivinar”, y además con la exigencia de cambiarla con frecuencia. Sin embargo, una contraseña difícil de recordar termina siendo una contraseña débil…